Los inicios de mi segunda lactancia

Han pasado dos meses y medio desde que Aina nació. ¡Qué diferente es todo! Cada embarazo es un mundo, cada parto una historia y la lactancia… ay, la lactancia!

Con Martí, todo fue rodado. Es cierto que en tres años y medio de lactancia alguna grieta hubo e incluso un principio de mastitis, que gracias a tener una gran profesional al lado, supe identificar y parar para que no fuera a más. Y, ¿qué profesional me acompañó? Ella es Paloma de Miguel. Consultoría Lactancia Materna.

Paloma es, tal y como se describe en su página:

Mi nombre es Paloma de Miguel. Soy bióloga e IBCLC (Consultora certificada internacionalmente en Lactancia Materna).

(…)

Cuento con más de nueve años de experiencia en la asistencia a embarazadas y madres lactantes mediante atención telefónica, domiciliaria Y hospitalaria.

(…) + aquí

Y, ¿qué es exactamente un/a IBCLC? Volvemos a la web de Paloma:

EL IBCLC es el único profesional de la salud reconocido a nivel internacional en el manejo clínico de la lactancia materna y el amamantamiento. Los IBCLCs poseen las habilidades y conocimientos necesarios para proporcionar una ayuda profesional ante cualquier situación que se presente en torno a la lactancia materna.
Esta titulación la concede un organismo internacional, el International Board of Lactation  Consultant Examiners (IBCLCE) y acredita para la práctica profesional de la consulta de lactancia así como para realizar formación en la materia.

Las IBCLCs están sujetas a un estricto código ético que asegura los más altos estándares de calidad en la atención y deben recertificarse por medio de un exámen cada cinco años lo cual asegura una continua actualización y la calidad de sus servicios.

Hay más de 25.000 IBCLCs trabajando en alrededor de 80 países. En España, las Consultoras Acreditadas de Lactancia Materna están cobrando un papel cada vez más relevante en la atención a las madres y sus bebés. Esta labor se lleva a cabo en hospitales, centros de salud y en consultas privadas.

Si deseas más información, puedes leer el informe sobre la importancia del papel de las IBCLCs que la Asociación Internacional de Consultoras de Lactancia Materna (ILCApublicó en 2011.

Con Aina todo parecía ir bien, ella se enganchó al poco de nacer. Días antes había estado hablando con Paloma porque quizás coincidían sus vacaciones con el nacimiento de la peque. Yo tenía miedo a que esto pasara pero ella me tranquilizó recordándome algunas cosas y diciéndome que era la segunda y sabría hacerlo.

Llegó el 28 de agosto y, efectivamente, Paloma estaba en sus muy merecidas vacaciones. Como comentaba unas líneas antes, al nacer Aina se enganchó de esa forma tan increíble e instintiva que tenemos los humanos como animales que somos. Pero algo me molestaba. Yo sé que la lactancia ni duele ni molesta, por lo que algo me escamaba.

El segundo día de Aina fue complicado. No comía nada y tenía arcadas constantemente. Qué mal lo pasamos David y yo. A las 20:00 horas vino una enfermera de la UCI pediátrica (antes había pasado la pediatra) y los tres nos fuimos allí para que le hicieran a la peque un lavado. Tenía líquido amniótico en el estómago y en los pulmones.

A partir de ahí, Aina se enganchaba y comía pero:

  • Seguía haciéndome mucho daño el enganche
  • La peque se dormía enseguida, es decir, se cansaba rápido y hacía las tomas cortas

Pedimos una cita con Paloma y a partir de ahí fueron varias más. Con ella, y en casa con Kevin -osteópata francés que nos recomendó y que nos ayudó a que Aina destensara su mandíbula (fue increíble y maravilloso para que desapareciera el dolor en el enganche) y con su pediatra Cati en nuestro centro de salud, a quien debemos agradecer (porque no lo hacen muchos profesionales de pediatría) que sabiendo que no cogía peso respetó en todo momento las recomendaciones de Paloma.

Comenzamos a suplementar. Todo esto antes de los quince días de nacer Aina, ya que no ganaba peso, incluso seguía perdiendo aunque comía. Trabajamos el incrementarle la cantidad y destensarle los tejidos. Todo ello porque había varias causas (y no era el frenillo, algo que oímos constantemente esos días por algunas de las personas que nos rodean):

  • Aina tiene la lengua corta. Al ser un músculo ella poco a poco la ha ido fortaleciendo y tiene la largura suficiente para que, ganando ya peso y controlándola, pueda mamar perfectamente.
  • Mis pezones son grandes. Esto que no es inconveniente a priori, a ella por el tema de la lengua le dificultaba. De la misma manera ocurría con el hecho de que mis pechos son grandes (pesan y debía ayudarla) y que tengo gran producción de leche (siempre con los discos de lactancia a cuestas) y se le resbalaba en seguida el pezón.
  • Al no ganar peso ella estaba débil y se cansaba rápido.

Había que ayudarla con otras posturas y suplementar con teta-sonda o dedo-sonda.

Comenzamos el día 9 de septiembre de 2019, después de pasarle el peso de la pediatra y de la farmacia a Paloma. Ella me conestó con un whatsapp:

sácate y le damos dedo jeringa unos 20/30 después del pecho cada tres horas

Y ahí estaba yo, de nuevo encontrándome con el sacaleches. La última vez había sido cuando me incorporé al trabajo con Martí, pero que gracias a mi conciliación laboral solo eran dos días a la semana.

La sonda nos la enseñó a hacer al día siguiente Paloma en su consulta y a partir de ahí continuamos así. Solo le dimos jeringa la tarde y noche del 9.

Lo saqué de la caja, lo preparé y… al lío. Por cierto, otro día os hablaré del sacaleches, sobre mi experiencia y las cosas que me ha ido enseñando Paloma.

Entonces la pauta era: Aina sigue a demanda, así que cuando pida se le pone al pecho y cada 3 horas sí o sí, al pecho y suplemento de 20/30ml. Al principio algunas tomas la poníamos con sonda-teta (solo se le suministra leche apretando el/la adulto/a con la jeringa si el bebé succiona). Pero comenzamos a hacer muchas con dedo-sonda para que yo pudiera descansar un poco y lo hacía David.

Haré un inciso para recordar que en este inicio de lactancia lo bueno ha sido tener de compañero para alimentar a Aina a David.

Así comenzó el viaje de: peso semanal / controlar cada tres horas el suplemento para saber si estaríamos fuera de casa o no, para llevarlo / sacarse leche cada nada para tener reserva por la noche y no tener que sacar ahí / visitas a la pediatra cada nada / contacto con Paloma continuo / etc.

Cuatro días después de comenzar a suplementar y tras una visita a la pediatra de control, vemos que no sube suficiente de peso, así que el día 13 de septiembre pasamos a suplemento 40/45 ml cada tres horas. Para terminar de rematar días después Aina se resfría, pero en verdad esto vino guay porque al estar resfriada pedía más teta, así se curaba antes (la composición de la leche cambia de una toma a otra por los componentes para tener más defensas para algo. A través de la saliva del bebé, el cuerpo de la madre sabe qué y cómo debe modificarla) y comía más para ganar peso.

El 18 de septiembre comenzamos a sacar la sonrisa porque Aina comienza a ganar algo de peso y que puede considerarse óptimo, aunque todavía bajo y por ello seguíamos con la misma cantidad de suplemento y cada tres horas.

Seguimos visitando la farmacia para el peso, a Paloma y a la pediatra.

El 23 de septiembre tengo un whatsapp con Paloma donde le digo que la peque pide constantemente, así que come mogollón. Se desengancha ya sola (eso quiere decir que no se queda dormida antes de cansancio) y succiona más cantidad en los tragos que pega. Aina comienza a rechazar la sonda-teta y la sonda-dedo en mí tampoco la quiere, solo con David y conmigo teta.

El 26 de septiembre nuevo control de peso y vemos que sube, pero va justa. Lo ideal es unos 120/150 gramos (en el límite) a la semana y ella no llega. Así que nueva cita con Paloma y con Kevin.

El 10 de octubre comenzamos a quitar 30ml al día del suplemento. Se debe hacer poco a poco.

El 24 de octubre tengo el último whatsapp de Paloma referente a este tema:

lo del suplemento genial, seguid bajando hasta estar ya directo al pecho. Incluso puedes ir un poquito más rápido. Dale 40 a 3 días y luego ya se lo quitas

Recuerdo poner una sonrisa tremenda al leer ese mensaje. Recuerdo contarle la gran noticia a Martí (él le llamaba aperitivo al suplemento :)) y a David. Ahora que hablo de Martí, qué valiente ha sido! porque todo esto también hacía que David y yo estuviésemos más con la peque.

Y ahora la lactancia, bien gracias! Si  no necesitara el sacaleches para cuando me incorpore a trabajar lo hubiera quemado, tal cual.

¿Qué me queda de todo esto? Entre otras cosas, lo importante que es rodearse de gente que te apoya y de profesionales que te guían.

Si sientes dolor al amamantar, tu bebé no coge peso, estás con lactancia mixta y te gustaría dar sólo pecho, te incorporas a trabajar y quieres compatibilizar trabajo y lactancia, vas a iniciar la alimentación complementaria  o tienes cualquier duda o dificultad, puedes contactar conmigo.

Esto dice Paloma en su página, que puedes ver aquí.

CoCo division

Eva Pablos

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